Dudas Frecuentes

¡No te quedes con la duda!

Si no encuentras aquí tu respuesta puedes usar nuestro formulario de contacto.

El rescate, recuperación, atención, materiales adecuados, alimentación diaria, gastos veterinarios… tienen unos costes que solamente se cubren con la cuota que pagan los adoptantes apoyando a la Fundación. Los animales se entregan esterilizados, desparasitados, vacunados, sanos y limpios.

No existe ninguna financiación pública en este proyecto, de manera que la financiación para ayudar a los animales de la calle llega de los adoptantes y de financiación privada voluntaria.

Cuando los animales tienen cachorros, se piensa que basta con “regalarlos” a “buenas casas” para asegurar que estarán bien. La realidad es que en una camada de 10 cachorros, antes del primer año, al menos la mitad ya no estará donde lo dejaste.

Al crecer, de no esterilizarse, y considerando que cada hembra tenga sólo dos camadas en su vida, el número de animales generados por tu decisión será el siguiente:

¿Por qué esterilizamos a los animales?

Nuestro equipo evaluará la compatibilidad entre la familia y el perro o gato que desea adoptar. En cualquier caso, si el elegido no es el idóneo para su familia, nuestro equipo buscará entre los animales que tenemos en adopción el más compatible.

Por supuesto. Tendrá la oportunidad para conocer al perro o gato que haya sido escogido. Nuestro equipo se pondrá en marcha para asegurarnos de que pueden formar una familia adecuada y de que su decisión sea acertada.

La Protectora no hace distinciones entre animales, así que es posible que haya animales de raza, consúltanos.

Puedes presentar tu solicitud, no obstante creemos que la compatibilidad entre personas y animales no se basa en el tamaño o etiquetas como la raza.

Nuestro equipo profesional buscará el animal más compatible para vuestra familia y os ayudará encantado en todo el proceso de adopción.

El animal se entrega con el contrato de adopción y pasaporte debidamente cumplimentado, incluyendo toda la información identificativa del animal (microchip y datos de contacto) y sanitaria (vacunas, esterilización y otros tratamientos veterinarios).

Un miembro de nuestra asociación contactará por teléfono o email dentro de las primeras 3 semanas después de la adopción para asegurarnos que el proceso de adaptación está yendo bien.

Dentro del programa de adopción se contempla que el animal pueda ser devuelto y se evaluará cada caso en particular y si sería posible la adopción de otro animal.

Las emociones que guían en muchas ocasiones la elección de un animal de compañía, hacen que la gente cometa errores de importancia. Para evitarlos, hay que asesorarse y también hacer muchas preguntas y escuchar atentamente las respuestas. Es necesaria la implicación de la familia para la correcta adaptación en la casa.

En la Protectora somos muy honestos al describir la personalidad del perro, siendo esto vital para el compromiso de adopción. Seremos sinceros si el animal no es apto para convivir en el hogar; por ejemplo, hay animales que no se sienten cómodos con otras especies o con niños y la negación no debe ser motivo de enfado, ya que la correcta convivencia podría depender de estos factores.

Debes ponerte en contacto con la Protectora y hablaremos sobre ello. Si es un problema de conducta y estás dispuesto a solucionarlo, nosotros te facilitaremos el contacto con nuestros profesionales de confianza.  Cada caso será estudiado particularmente, ya que adoptar un animal es una responsabilidad y no un capricho.

Un animal que acaba de pasar por una cirugía y que además acaba de ser adoptado, hemos de ser conscientes de que le debemos facilitar la adaptación al hogar y esperar que pueda estar dolorido unos días y necesite descanso. Es por esto que la interacción con él debe ser muy baja, dejándolo descansar sin molestarlo y no incomodándolo.

Dentro de lo que se considera normal durante el periodo de adaptación nos podemos encontrar con animales con mucha ansiedad por la comida. Lo que debemos hacer es proporcionarles la comida que necesitan diariamente y dejarlos comer tranquilos y sin ser molestados. No sabemos que puede haber pasado ese animal y posiblemente, en cuanto sepa que no va a pasar hambre y que puede comer tranquilo, su ansiedad disminuirá.

Nuestro equipo de educadores caninos recomienda minimizar el tiempo de dejar sólo al animal recién adoptado en casa. El animal está pasando por diversos cambios que le pueden generar estrés y miedo.

Una de las cosas que más puede temer es a quedarse sólo en casa, así que debemos enseñarle, una vez pasado el periodo de adaptación y siempre de manera positiva, que esta situación es segura.

Cuando el perro recién adoptado llega a la nueva casa, supone un gran cambio para él y es posible que llore. Debemos atender de una manera natural su llamada puesto que es algo emocional, no meramente conductual. Para entenderlo mejor lee aquí, puesto que cómo se siente un perro ante la llegada a una nueva casa es equiparable a cómo se siente el cachorro cuando va a su nuevo hogar.

Es posible que, debido al cambio, en el periodo de adaptación puedan surgir miedos (ruidos y situaciones extrañas para el perro) y que ladre más de lo que deseamos.

Hemos de tener en consideración que es normal que los perros ladren. Lee más aquí sobre ladridos para entenderlo mejor. Además recomendamos encarecidamente la lectura de ¿Qué puedo hacer cuando mi perro ladra? de la autora Turid Rugaas. No obstante, si necesitas la ayuda de un profesional, La Fundación y sus colaboradores te ayudarán a tomar decisiones adecuadas.

Cuando adoptas un animal no puedes dejarte llevar por la emoción, sobre todo cuando ya hay otros miembros animales en tu familia. Conociéndolos, sabiendo cómo reaccionan ante novedades, miembros de otra especie u otros perros, sabremos cuál es la mejor manera de actuar.

Lo ideal es que los perros se conozcan en un entorno neutral fuera de la casa, a ser posible sueltos en un recinto seguro. Puede haber varios encuentros agradables primero en la calle antes de pasar directamente a la nueva casa. En cualquier caso, y tras un estudio de compatibilidad, nuestro equipo de educadores caninos os orientarán en introducción y adaptación para que ésta sea lo más exitosa posible.

Nuestra máxima es no crear conflictos innecesarios entre ellos. Por ejemplo, dos perros que se acaban de conocer no tienen confianza para comer juntos, y es lógico. Podemos entonces analizar a qué distancia se encuentran cómodos comiendo (según las señales que emiten) y supervisar que cada uno come lo suyo sin molestarse.

Hemos de observarlos y saber qué les incomoda, para ello os recomendamos la lectura y puesta en práctica de Señales de Calma. Si les facilitamos la adaptación, no reñimos ni castigamos, somos naturales y les demostramos que están en un lugar seguro, ellos se adaptarán mejor.

La recomendación es que durante el proceso de adaptación vayas observando la evolución del perro y el vínculo que va adquiriendo. Los primeros días, si se dispone de un recinto seguro y cerrado, puedes soltarle en él. Pero hasta que no lleguemos al periodo de adaptación en que el perro tenga confianza en nosotros y le vayamos enseñando que acudir a la llamada es seguro, os insistimos en que no le soltéis por la calle, puesto que puede asustarse, huir y darnos un disgusto.

Es muy posible que el perro adoptado no se encuentre a gusto en una jaula y en un lugar extraño. Si has de dejar tu perro por motivos de un viaje o personales en una residencia, la Fundación te recomendará a los profesionales más adecuados para que el perro se encuentre a gusto, no sufra un cambio extremo y se encuentre como en casa.

Nuestro objetivo es que el perro se adapte y se sienta seguro con nosotros. Regañar genera inseguridad y miedo, que es todo lo contrario a lo que deseamos. No debemos regañar ni castigar al perro bajo ningún concepto.

Las normas son propias de cada casa. Nuestros educadores buscarán el binomio perro-familia adecuado. Los perros duermen en los lugares que les resultan más cómodos para su descanso, así que por ello, es probable que deseen estar en el sofá o en la cama, o bien porque les gusta estar cerca nuestra sin más. Si decidimos que pueden hacerlo hemos de ser coherentes y nunca castigarlos por ello.

El perro recién adoptado necesita adaptarse. Entre las pautas que nuestros profesionales os aportarán se encuentra la de baja interacción con los perros, incluyendo comunicación verbal, caricias y achuchones. Tendremos tiempo de investigar cuáles son las caricias que más le gustan a nuestro perro una vez se haya adaptado al nuevo hogar.

El perro adoptado, una vez comprobada su compatibilidad con los adoptantes, con el trabajo adecuado por parte de ellos, posiblemente se dé cuenta de que tiene un hogar maravilloso. Aún así queda de nuestra mano demostrarle que no ha de temer un abandono, haciendo lo posible para que se sienta seguro, y esto pasa por enseñarlo positivamente a que estar sólo no supone un problema.

Nuestros educadores y voluntarios conocen a los perros y se habrá realizado un test de compatibilidad. No obstante, cuando el perro llega a casa, y durante el periodo de adaptación, es posible que el perro vaya demostrando su verdadera forma de ser, antes posiblemente cohibida por la vida que ha llevado. Nuestra labor es facilitarle que se establezca en su nuevo hogar tratándolo con paciencia y respetando los tiempos que necesite.

Desde la Protectora estudiamos y observamos a los perros de manera individual y nuestra experiencia nos dice que bajo unas pautas adecuadas, respeto y paciencia (evidentemente siendo realistas de la situación del animal), ellos se adaptan a una convivencia antes de lo que imaginamos, puesto que no quieren conflictos en su vida.

Sin duda, el beneficio de adoptar un animal adulto es que podemos observar fácilmente su carácter ya formado. Para los cachorros en cambio, necesitamos personas con una dosis extra de paciencia y respeto.

Nos importa tu opinión

Lo que piensan los humanos

Translate »